Seguramente, has escuchado en más de una ocasión acerca de las aguas florales, como el agua de rosas, de lavanda, de manzanilla, de lirio y más.
¿Por qué son tan famosas? La mayoría tiene increíbles beneficios en tu cuerpo. Tan solo humedeciendo un algodón y colocándolo sobre tus ojos, pueden ayudar a disminuir la hinchazón y las ojeras.
Son útiles como tónicos para refrescar tu piel por las noches o después de asolearte, te brindarán energía con un delicado aroma.
Ayudan a controlar afecciones en la piel y disminuir la aparición de barros y espinillas.
Algunas como el agua de meta, pueden ayudar a cerrar los poros, además de ser excelentes para la limpieza.
Las puedes conseguir en tiendas naturistas y algunas farmacias.
2013. El pequeño Larousse de los consejos y secretos de las abuelas, Barcelona: de Larousse, Edición en español. Pág.: 48