A diario las personas producen residuos en el hogar, ya sea materiales o de alimentos, que deben ser desechados con frecuencia para prevenir la aparición de malos olores y la presencia de gérmenes, sin embargo, muchas veces esta acción no se realiza de manera adecuada.
Es muy común pasar por las diferentes calles de la ciudad y ver que, mientras en una zona la basura se tira en grandes botes, en otras solamente dejan las bolsas en el suelo, al alcance de todos.
Estos residuos concentran una gran cantidad de humedad al estar mezclados todos los productos, además, al entrar en contacto directo con el sol comienzan a desprender gases favoreciendo la aparición de hongos y bacterias, convirtiéndose en un foco de infección para todos los que se encuentren cerca.
Para desechar las bolsas de basura es necesario depositarlas en contenedores para prevenir que esté al aire libre y las partículas de microorganismos se trasladen por el aire de una persona a otra.