Las ventanas abiertas, las puertas, el aire, el calor y el limpiar de manera incorrecta provocan la acumulación de polvo haciendo que el ambiente se convierta en un foco de infección, además da un aspecto descuidado a tu hogar y oficina.
Para mejorar la calidad del aire que circula evitar abrir demasiado las ventanas, de esta manera entrará una menor cantidad de contaminantes ambientales. Durante la época de calor te recomendamos tener a la mano un ventilador pequeño que te ayude a mantenerte fresca.
Si en tu casa o en el trabajo cuentas con aire acondicionado o calefacción procura mantener en buen estado los filtros de aire, pues estos se encargan de acumular las impurezas, y así, mantener el aire limpio en la habitación. Lo recomendable es realizar el cambio una vez al mes.
No hay nada mejor que realizar la limpieza con agua para retirar la mayor cantidad de polvo, además evitarás que sea levantado y se acumule en otras zonas.
El dormir entre polvo puede causar estragos a tu organismo, sobre todo a los pulmones. Realiza una rutina de limpieza a la semana, sobretodo durante la época de primavera y verano.
Pon en práctica los consejos que te mencionamos y goza de una buena calidad de aire durante el día.
Fuente: Uncomo, Red Link To Media S.L.
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