Los lunares son pequeñas proliferaciones sobre la piel producidos por los melanocitos que permanecen juntos en un espacio determinado. Éstos pueden aparecer desde el momento en el que nacemos, por herencia o durante los primeros meses de vida.
El estilo de cada lunar llega a variar, produciendo modificaciones estéticas en las partes del cuerpo en el que estén ubicados.
El tamaño que poseen llega varía, pueden llegar a aparecer desde menos de 1 cm hasta 10 a 20 cm. Otras de las variantes que se puede llegar a presentar es el color, ya que llegan a ser rosados, cafés o azules, inclusive en la forma cambian, ya que hay redondos, planos o en ciertas ocasiones verrugosos.
Durante el transcurso de la vida éstos llegan sufrir modificaciones debido a variaciones celulares durante el desarrollo, por la exposición al sol o por el roce de la ropa, es necesario tener el cuidado adecuado y prevenir que tengan alteraciones que lleguen a ser nocivas a la salud.
Procura exponerte el menor tiempo al sol y a los rayos UV, usa con frecuencia cremas de protección solar, principalmente en las zonas del cuerpo que tengan una mayor cantidad de lunares.
Es necesario acudir a un dermatólogo para que realice la valoración pertinente y en caso de ser necesarios retirarlos a tiempo para evitar riesgos al organismo.
Fuente: Hospital Alemán
Fuente: Corporación Médico Plástica