Una de las características de la piel de las personas alérgicas es la presencia de resequedad, sobre todo en áreas específicas del cuerpo, además se vuelven sensibles a una gran variedad de estímulos externos e internos. Esta es la principal razón por la que el cuidado debe realizarse con mayor frecuencia.
Evita los excesos de humedad tomando duchas cortas y el agua lo más fría posible. Seca tu piel sin tallar fuertemente. Utiliza poca cantidad de suavizantes.
La sudoración en exceso es otro factor que puede causar irritaciones en la piel. Si realizas ejercicio utiliza ropa ligera y toma baños de agua fresca. Durante las épocas de calor o frío evita utilizar exceso de ropa que pedían provocar generar sudor.
A la hora del baño utiliza jabones que tengan el menor rango de alcalinidad posible. Utiliza elementos de belleza que este libres de alcohol y de perfumes.
Utiliza ropa suave y ligera para permitir el paso del aire. El nylon, la lycra y la lana no deben en estar en contacto directo con la piel, sobre todo si tiene lesiones.
Las alergias se caracterizan por dar comezón en las zonas afectadas, recuerda traer las uñas cortas en todo momento, sobre todo cuando se tratan de niños.
Fuente: GeoSalud
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